La información a la que están expuestas las organizaciones desde hace un par de años en torno a la necesidad del cumplimiento del nuevo Reglamento General de Protección de Datos, que entra en vigor el próximo 25 de mayo, es inmensa y, en ocasiones, confusa. Este hecho ha provocado que se generen dudas entre los responsables de salvaguardar los datos personales de los ciudadanos de la Unión Europea y muchos bulos sobre las posibles consecuencias que puede acarrear un error en el cumplimiento.