La e-factura se impone frente a la tradicional de papel y se estima que en 2025 será el modelo de facturación imperante en el mundo. Las razones son poderosas: menores costes, mayor productividad, seguridad y eficiencia.

La facturación electrónica es la respuesta a un mundo digital y multicanal y, en ocasiones, un requisito necesario para cumplir con la legislación, como sucede en España con la Ley 25/2013 que regula las relaciones comerciales entre la Administración Pública y sus proveedores y que exige este tipo documento para las empresas que contraten con el Sector Público desde el año 2015.

 

¿Qué ventajas tiene la factura digital?

Sus beneficios son muchos: menor número de errores, reducción de las probabilidades de falsificación; localización, almacenamiento y custodia más ágiles; mayor cumplimiento de políticas, reglas y procedimientos; una mejora de los flujos de trabajo en departamentos como Administración y Contabilidad, así como un menor impacto ambiental al eliminarse el papel, entre otras ventajas.

La facturación “sin papeles” puede significar también una ventaja competitiva de negocio si se sabe aprovechar la información para tomar decisiones a partir del análisis de los valiosos datos que se manejan, como, por ejemplo, el número de transacciones por cliente, la frecuencia y el volumen de compra, los plazos de pago habituales, etc.

Sin embargo, la evolución hacia este sistema puede ser lenta ya que no solo depende de la propia empresa, si no de los proveedores que envían las facturas, en unos casos digitales y, en mayor medida, físicas.

 

Cómo implantar rápidamente la e-factura

Para solucionar esta realidad PAPYRUM cuenta con un avanzado sistema que permite recibir todas las facturas y su información extraída como si realmente fueran digitales. El servicio recibe facturas tanto físicas como digitales directamente del proveedor del cliente, las valida (no todas las facturas digitales son legales), las procesa por el software HEIMDALL homologado por la AEAT y pone a disposición todos los datos y la imagen de la factura con el 99,99% de calidad de dato.

Solo con este sistema se consigue funcionar en la empresa como si todas las facturas recibidas fueran digitales y aprovechar con ello las ventajas que en el futuro se tendrán cuando realmente todas las facturas sean digitales y legales.